Hermana menor del Jamón, pero no por ello, menos exquisita. Nuestra Paleta, se caracteriza además de por su dulzura, por ese punto de curación óptima, con un mínimo de 20 meses, que hace que en el momento de introducir el cuchillo para darle empiece a su corte, emane un aroma inconfundible, que hace que nuestros sentidos despierten ante esta provocación culinaria.

Situado morfológicamente junto a la parte superior del lomo, en el tercio superior del cerdo, hace que este producto se asimile en sus características al lomo, pero con la peculiaridad de que es una pieza con mayor veteado de grasa.

Ahí radica precisamente el misterio de este preciado producto, ya que esto hace que aún pueda superar en dulzura a la caña de lomo, ya que la grasa le da ese toque de distinción que hace del lomito, un producto único para todo gourmet que se precie de distinguir ese matiz sólo logrado por nuestra esmerada elaboración entre dos productos que, a priori, parecen similares.

Nuestra experiencia en tantos años dedicados a la fabricación de este producto, con carnes de alta calidad para la que sólo usamos jamón, nos acreditan y estimulan a seguir superándonos.

Nuestra firma es referencia inexcusable para cualquier amante del salchichón tradicional que se hacía antaño en las matanzas, ya que conserva ese peculiar sabor, que hace que toda persona que lo prueba, se remonte a su infancia, donde le viene el recuerdo de haber comido un manjar similar en casa de los abuelos del pueblo y haber sentido semejante placer al que se alcanza hoy en día comiendo el afamado “salchichón de Simón”.

El secreto de su elaboración ha sido el continuo afán de superación que nos hemos impuesto, y a la misma vez, nos han impuesto nuestros clientes, exigiéndonos, que campaña tras campaña, fuéramos elaborando ese auténtico manjar hecho para los paladares más exigentes, lo que le confiere a este producto el ser “único en el mundo”.